Editorial Océano
La factoría de ideas
Colección: Eclipse
Autor: Len Barnhart
Formato: 15.5 x 23 cm
Páginas: 320
Presentacion: Tapa blanda
ISBN: 9788498006599
Precio: $245.00
Jim Workman, dueño de una gran empresa de construcción y protagonista de esta historia, regresa de tres semanas de solitario descanso en una cabaña rústica perdida en el bosque y aislada de la civilización. A su llegada al pueblo una extraña sensación le invade todo el cuerpo.
El olor a carne podrida impregna el aire mañanero y no ve a nadie caminar por las calles. Durante su ausencia e incomunicación se ha extendido una epidemia en todo el mundo, un extraño virus que provoca que los muertos se levanten de sus tumbas con un deseo irrefrenable de comerse a los vivos.
La humanidad rápidamente se está extinguiendo y son pocos los que sobrevivirán pues el tiempo se acaba. La única oportunidad para los seres humanos será que unan sus fuerzas y trabajen en equipo, ya que los extraños seres antinaturales están llenando las calles y casi ningún lugar ya es seguro.
¡Qué miedo! jeje este tipo de tramas me pirrian en películas :D
ResponderEliminarQue miedo de portada! me recuerda un programa de chiquita(no se como se llmaba) donde salia una calaca riendose, toda rara, obvio quedaba miedo y te contaba una historia (huy)
ResponderEliminarbueno besos, bye!
Icíar, la verdad es que yo no he leído nada de zombies, pero este libro me llama la atención porque me recuerda mucho a Exterminio, justo una película del tema, que me gustó mucho. Saludos!
ResponderEliminarBam112, en vivo no está tan terrorífica... besos!
Mrs Brightside, en la realidad no está tan de terror. Yo tampoco he leído nada de zombies y con este me dieron ganas. Saludos!
No me gustan para nada los libros de zombis definitivamente no es mi genero, ademas que la portada no me gusta nadita :(
ResponderEliminarbesos mi querida Kyra!!!
Barby, a mí es el primer libro que me llama la atención del tema... Lo que me encanta son las pelis...
ResponderEliminarLa portada no es tan fea en vivo... créeme...
Pero déjalo pasar... se vale!
Un abrazo!